La L1 de Metro llegará a Madrid Nuevo Norte y se modificará la L4 para que integre a Bambú y acabe en Chamartín

15/09/2025
Isabel Díaz Ayuso aprovechará este miércoles, cuando se cumplen dos años de su última victoria electoral, para hacer balance del trabajo realizado al frente del Ejecutivo regional desde 2023 y para adelantar detalles de nuevos proyectos que ha puesto en su agenda para lo que queda de legislatura. Entre otras iniciativas, la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene previsto anunciar un aumento de las retribuciones a todo el personal sanitario por guardias, noches, fines de semana y festivos; la apertura de los patios y las bibliotecas de los colegios públicos por las tardes desde el próximo curso o ampliaciones de Metro que cambian sensiblemente la hoja de ruta conocida hasta ahora.

Los planes renovados para la red metropolitana se circunscriben a la zona norte de la capital y, más en concreto, a Madrid Nuevo Norte (MNN) y su entorno. La Consejería de Transportes que lidera Jorge Rodrigo, según trasladará la presidenta en una comparecencia desde la Real Casa de Correos, está estudiando la prolongación de la línea 1 (L1), que incluye las primeras estaciones que se pusieron en marcha en 1919, hasta el futuro desarrollo urbanístico que avanza tras décadas paralizado.

Esta ampliación partiría desde la estación de Chamartín (L1 y L10) y consistiría en construir unos tres kilómetros de trazado hacia en el norte y a lo largo de los mismos se repartirían tres paradas cuyos nombres provisionales son Centro de Negocios, Fuencarral Sur y Fuencarral Norte. Este planteamiento llevaría aparejado dos cambios: uno afecta a la propia L1, que ya no acabaría en Pinar de Chamartín sino en la última estación de Madrid Nuevo Norte; y otro a la L4, que se ‘estiraría’ desde Pinar de Chamartín hasta Chamartín integrando en su recorrido la parada de Bambú, que hoy por hoy es L1.

«Se eliminaría el actual transbordo y la L4 pasaría a tener 25 estaciones (dos más) y 16,8 kilómetros», trasladan desde el Ejecutivo regional sobre la reorganización de líneas en la que trabaja la Dirección General de Infraestructuras de Transporte Colectivo a cargo de Miguel Núñez. En todo caso, las mismas fuentes indican que su intención es someter este proyecto a información pública a partir del próximo mes de septiembre para que las ciudadanos, asociaciones y organizaciones puedan presentar alegaciones y sugerencias que contribuyan a mejorar la planificación.

En este momento, los planes pasan por acometer las actuaciones en varias fases. En la primera, se acometería la redistribución de las líneas 1 y 4, unos trabajos que podrían haber culminado en 2030 para la entrada en servicio en ese ejercicio, y después se construirá la conexión con Fuencarral Norte. «El programa de trabajo se adaptará a la disponibilidad del suelo del desarrollo urbanístico de Madrid Nuevo Norte necesario para acometerla», trasladan en cualquier caso desde el Gobierno autonómico, que estima que la ampliación de la L1 a través del futuro desarrollo de la capital facilitaría la movilidad diaria de más de 175.000 viajeros al día, que contarían con una conexión directa con Sol, Gran Vía o Atocha.

Los planes que se avanzarán hoy implican cambios en la configuración actual de la L4 -que se inauguró en 1944 con solo ocho estaciones y hoy tiene 23 repartidas en siete distritos de la capital y cada día es utilizada por alrededor de 86.000 personas- y en la línea más antigua de Metro de Madrid, la L1, cuyo primer tramo se puso en funcionamiento hace más de 100 años. En 2024 fue la segunda más utilizada por más de 100 millones de viajeros y a lo largo de su vida ha experimentado numerosas intervenciones de mejora e innovación, como los recientes trabajos de remodelación de 2023 en el tramo Sol-Valdecarros que en los próximos años se tendrán que acometer en el trazado Sol-Pinar de Chamartín.

Fuente: 20minutos